Las cuentas FSA (Flexible Spending Account) y HSA (Health Savings Account) son cuentas con ventajas fiscales para gastos médicos, pero difieren en aspectos clave. Las FSA, patrocinadas por el empleador, permiten a los empleados utilizar dinero antes de impuestos para gastos médicos como recetas y copagos, pero suelen tener una política de "úselo o piérdalo", según la cual los fondos deben utilizarse dentro del año del plan. Las HSA están disponibles para quienes tienen un plan de salud con deducible alto y ofrecen más flexibilidad, permitiendo que los fondos se renueven anualmente
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